Uno de los aspectos más importantes que hay que tener en consideración en el momento de administrar los procesos logísticos son los modelos de cargas con los que se trabaja. Conforme sea su naturaleza, cada género de carga presentará unas peculiaridades específicas, lo que forzará a adecuar el transporte y la logística en conjunto a cada caso.
Qué son los modelos de cargas y qué relevancia tienen
Se habla de géneros de cargas en el momento de categorizar las cargas que se manipulan en los procesos logísticos. Estas categorías dejan adaptar el proceso logístico y la gestión del transporte a cada tipo de carga, lo que permite que su entrega se realice de forma segura y con todas y cada una de las garantías, tanto con respecto a la propia carga como a quienes trabajan con ella como con respecto al usuario.
En este sentido, el tipo de carga es un factor esencial a tener en consideración en el momento de amoldar y planificar la senda de reparto, lo que deja optimar dicha ruta y ofrecer un servicio de calidad con independencia de la naturaleza de la carga.
Géneros de cargas logísticas
Según el género de carga que se manipule en un proceso logístico, se puede hablar de las siguientes categorías:
- Carga general
Se denomina carga general al género de carga que requiere de algún tipo de envoltorio o embalaje personalizado. Este tipo de cargas o bien pedidos se subdividen en 2 tipos según el grado de preparación que presente el envoltorio o embalaje. Por un lado está la carga general suelta, que la conforman aquellas cargas que se manipulan de forma individual. Por otro lado, hallamos la carga general unitarizada o carga preparada. En un caso así, se trata de cargas generales que combinan múltiples cargas mas que, para su manipulación a lo largo del proceso logístico, son unificadas en un mismo bulto, que forma el bulto o pedido del cliente. - Carga a granel
Otro tipo de carga posible es la llamada como carga a granel. En un caso así, se trata de cargas que no utilizan envoltorios, ni embalajes individualizados, por lo que se presenta de forma directa lista para ser transportada. En un caso así, lo más habitual es que la carga a granel se transporte mediante el uso de contenedores, en tanto que, al no presentar embalaje, es necesario moverla de forma unificada y al peso. - Carga perecedera
En el caso de la carga perecedera, nos encontramos frente a un género de carga que se identifica por un periodo de vida útil determinado. En este caso, no se categoriza la carga conforme la manera en que se presenta o bien se transporta, sino respecto a la naturaleza de la carga en cuestión, caracterizada por el periodo de vida útil determinado, y que implica la necesidad de completar el proceso logístico en un período específico. - Carga frágil
La carga frágil asimismo se categoriza según la naturaleza de la carga. En un caso así, se trata de un género de carga que debe ser manipulada con singular cuidado debido a que, por su naturaleza, puede dañarse o estropearse con dicha manipulación. En un caso así, lo más frecuente es que este tipo de cargas presenten protecciones adicionales que dejen amortiguar cualquier posible golpe o bien impacto que padezca la carga durante el proceso logístico en su conjunto. - Carga peligrosa
Finalmente, otro género de carga que se puede encontrar en un proceso logístico y que determina la forma en que se debe manipular y cómo se debe realizar la ruta de reparto es la denominada como carga peligrosa. En este caso, se trata de un tipo de carga que, del mismo modo que la carga débil, he de ser manipulada con singular cuidado. Sin embargo, en un caso así, este cuidado no se debe a que la carga pueda dañarse, sino más bien a que presenta una naturaleza que puede dañar a las personas o a los recursos si no se manipula correctamente. Ciertos ejemplos de este género de cargas serían los explosivos, substancias tóxicas, gases inflamables, material biológico potencialmente infeccioso, o material radiactivo, entre otros muchos.
Las clases de cargas sirven para categorizar las distintas cargas según su presentación y transporte, como según su naturaleza. De este modo, se establecen unos protocolos individualizados para cada caso, lo que deja ofrecer no solo un mejor servicio a lo largo del proceso logístico, sino también hacerlo con todas y cada una de las garantías de seguridad necesarias en cada situación.